cuenta la abuela entre su batallita,
que siendo joven conoció a un niño,
y escuchando su palabra se fue enamorando,
y aún parece que lo esta abrazando.
manos arrugadas, que un día lo acariciaron,
esas que un día sin dudar tanta y tanta veces lo rodearon,
donde se quedaron la promesa,
y donde tanto sueños se fueron a la mierda.
y la abuela que dibuja en el aire su figura
para volverla a tener,
piensa y piensa cuando pasa
por aquel árbol, por aquel banco
donde se enamoraron , y piensa
que ha nadie puede amar, como
nunca amo a él y que nunca lo podrá olvidar
aunque haya pasado ya casi 22 años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario